El ciclo de conferencias de la FESPAM finalizó con la participación de Washington Cayaffa, de la Federación de Obreros, Papeleros, Cartoneros del Uruguay.

En un ambiente de unidad y gran solidaridad, el congreso de la Federación de Entidades Sindicales de Trabajadores de las Industrias del Papel y de la Celulosa, Cartón, Corcho y Artículos de Papel del Mercosur (FESPAM) concluyó la mañana de este miércoles (06/05) con la conferencia de Profesor uruguayo Washington Cayaffa, de la Federación de Obreros, Papeleros, Cartoneros del Uruguay.
Inicialmente presentó un panorama de la economía del país, considerando el Producto Interno Bruto (PIB) de 2021, que cerró en U$S 69.976 millones, lo que representa U$S 19.818 por habitante.
En el tema político, Cayaffa presentó un paralelo entre los 15 años de gobiernos progresistas que gobernaron Uruguay entre 2005 y 2020 y el gobierno ‘multicolor’ que asumió en 2020. Según él, los gobiernos progresistas tuvieron éxito con el crecimiento exponencial del PBI, un aumento de los salarios reales, reformas laborales a favor de la clase trabajadora y la reducción de la pobreza y la indigencia. Por lo demás, a partir de 2020, bajo el gobierno liberal de Lacalle Pau, el país ha visto recortes estatales, que se reflejan en la caída de los salarios de la clase trabajadora, que también viene acumulando constantes pérdidas de derechos y un aumento de la pobreza.
Según él, el sector papelero representa ya el 3,8% del PIB uruguayo, y las exportaciones del complejo forestal han pasado del 5% en 2001 a más del 20% en 2021. Este desarrollo involucra actualmente a más de 1.700 empresas que emplean a más de 12 mil trabajadores. Además, este año debería estar en funcionamiento la segunda fábrica de la multinacional UPM: una inversión de 3 mil millones de dólares (5,4% del PIB), lo que constituye la mayor inversión en el país.

Incluso en este contexto, Cayaffa denuncia la falta de un plan nacional para la industria uruguaya, con el sector constantemente amenazado por atrasos cambiarios que terminan favoreciendo las importaciones, en detrimento de la industria nacional y del empleo digno para la clase trabajadora.
Ante los desafíos que plantea el ascenso del neoliberalismo contra la clase trabajadora en América Latina, Cayaffa percibe la unidad sindical como el elemento “táctico y estratégico” para combatir cualquier sectarismo o fragmentación sindical. Además, dice que es urgente establecer un diálogo social con la más amplia participación de todos los actores involucrados, con foco en el diálogo y la negociación colectiva. Finalmente, defiende la inserción internacional de los sindicatos, ya que, según él, las necesidades globales requieren respuestas globales. “Es necesario unir esfuerzos y agendas a nivel regional e internacional”, concluye.
El congreso de la FESPAM, que se realiza en la sede de la Federación de Trabajadores de las Industrias de Santa Catarina (FETIESC), en Itapema (SC), cuenta con la participación de dirigentes sindicales y trabajadores del sector de celulosa y papel de Brasil, Argentina y Uruguay. Por la tarde, los congresistas se reúnen para cambiar el estatuto de la FESPAM, así como definir el plan de trabajo del grupo para el año y la elección e inauguración de la nueva directiva.

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